tú que deseaste del árbol sus frutos
tú que deseaste del paraíso el pecado
tú que sobrevolaste
el mar sin queroseno
el amerizaje fatal
tú que fuiste revolcado
por las mareas
y las turbulencias
tú que regaste
las flores del mal
las nocturnas aves
ahora vuelvo de volar
vuelvo de volver
vuelvo al deseo insoportable
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