viernes, 4 de marzo de 2016

Cruce de caminos: I. El loco


Precisamente lo más valioso
se vuelve lo más dañino.

Del amor al odio hay
un precipicio.
Un principio
del laberinto morado.

El loco siempre se levanta
y se crece con la luna.

Siempre que cree haber
encontrado una salida,
vuelve a descifrar la trampa,
los muros del laberinto.

El loco siempre se niega 
y se ciega con vendas.

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