La lluvia viene y va
con sus olas de frío.
Yo me dejo bailar
las aguas a fuego lento.
Tentados por la niebla,
buscan un refugio en la cima
de la montaña coronada.
Por encima de los hombres
quieren ver un cielo
de humo de bengala.
En el ojo de los huracanes
descubren la visión.
En el ojo de la tormenta
descubren la ceguera.
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